La palabra Eduardo es un nombre propio de hombre, que procede de la lengua germánica, en concreto de la unión de dos términos distintos, “ead”, que significa “riqueza”, y “ward”, que quiere decir “guardián”. O sea, que el nombre, traducido al español, viene a significar “guardián de la riqueza”, aquél que defiende el tesoro, o la propiedad.
Se trata de uno de los pocos nombres ingleses que se han extendido a nivel mundial, quizás debido a que ha sido muy usado por la realeza.
Las personas que llevan el nombre de Eduardo celebran el día de su onomástica el día 13 de octubre.